La pícara Justina, publicada en 1605, es una de las obras más brillantes y a su vez más olvidadas del siglo de oro. Y su actualidad sorprende y desconcierta.

Con este montaje pretendemos no sólo reivindicar una joya de nuestra literatura –protagonizada por una mujer, cosa muy poco habitual en la época- sino sobre todo echar una mirada crítica y divertida a nuestra sociedad a partir de un texto de hace cuatro siglos: la sociedad habrá avanzado mucho tecnológicamente… pero en cuestión de valores seguimos más o menos igual.

La directora Verónica Rodríguez, a través de una puesta en escena actual y de estética  urbana, dirige la  adaptación realizada por Luis Felipe Blasco Vilches. Una propuesta donde la fidelidad al clásico es precisamente el vehículo más eficaz para conmover a los espectadores de hoy.

A pesar de que nos separan cuatrocientos años, sorprende las similitudes de nuestra actualidad con la del Siglo de Oro. En aquel entonces, la mezquindad e incompetencia de los gobernantes sumió al común de la población en una carestía que muchos suplieron con agilidad de pensamiento, manos y pies. Esa astucia singular y superviviente fue reflejada en nuestra literatura, constituyendo el género de la novela picaresca: narraciones contadas en primera o tercera persona en las que, a través de las peripecias del protagonista –un individuo de baja clase social y económica y de agudo ingenio-, contemplábamos la sociedad del momento analizada con profundidad y humor.

DRAMATURGIA y AUTOR Luis Felipe Blasco Vilches//DIRECCIÓN Verónica Rodríguez//AYUDANTE DE DIRECCIÓN Raúl Pérez//INTÉRPRETES Alicia Moruno, Nacho Gómez y Migue López//MÚSICA Jasio Velasco//VESTUARIO Pablo de Miguel //ESCENOGRAFÍA Maca Márquez//ILUMINACIÓN Valentín Donaire//DISEÑO GRÁFICO y FOTOGRAFÍA Salvador Gil//PRODUCCIÓN y DISTRIBUCIÓN: GNP Producciones y Tormento compañía

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