Nos encontramos en una noche de abril de 1970, la noche  en que cerraba el antiguo Circo Price con la última actuación de Pinito. En Pinito: Sombras de un trapecio hacemos coincidir bajo los focos, en esa emblemática noche, a la artista, a sus fantasmas, al público caníbal y aquello que pertenece a la intimidad; lo que nadie vio y forjó el carácter de una mujer capaz de subirse a más de 14 metros de altura a balancearse sin red.

Como si de un destino mitológico se tratara, trasladar todo un pasado al presente resulta natural cuando ese presente es un final. Todos los finales están llenos de pasados y la noche del cierre del Price destilaba pasado por todas las costuras. “Una despedida trae todas las despedidas, como una ola trae todas las olas. Y trae arena. Una despedida de champán y mar”.

La historia de Pinito es la de una mujer que vivió en un tiempo de cambios sociales, siempre unos pasos por delante y unos metros por encima.

La Casquería Teatro nos acercamos al mundo circense y a la figura de Pinito a partir de lecturas, escritos, visionados de imágenes y recortes de prensa. Nos hemos encontrado dentro del trabajo de investigación con que la mayoría de la gente que tuvo la suerte de ver una actuación de Pinito tiene una imagen muchas veces idealizada y fragmentada de lo que fue.

“Mi abuela dijo: La recuerdo perfectamente, una luz cayendo del cielo, solo ella y esas piernas, era imposible, pero parecía que volaba”

Nuestra Pinito va más allá de la figura mítica y se adentra en las luces y sombras de la mujer más allá de las pistas de circo. Queremos recuperar esa figura por encima de la de la gran trapecista y devolver el recuerdo a quien estuvo. Además de reclamar y presentar a los que la desconozcan a la gran artista que forjó a golpe de trapecio la memoria histórica del espectáculo en este país.”

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